domingo, 26 de mayo de 2019

¡Es la hora del cuentos!- corrección final

La hora del cuento es un momento mágico que puede surgir tanto en el ámbito escolar como en el hogar, puede surgir de forma totalmente inesperada y es un momento crucial donde los niños disfrutan de la lectura a través de la escucha activa de cuentos o historias. 
Existe una gran diferencia entre leer un cuento y narrarlo, es por eso que en esta unidad hemos aprendido tres tipos de transmisiones literarias que el día de mañana utilizaremos en el aula con nuestros alumnos.
 
-Narración, puede ser de un cuento o de un libro; consiste en contar el cuento con nuestras palabras, apoyándonos y ayudándonos de soportes visuales como dibujos o ilustraciones. Con esta estrategia se favorece la secuenciación de imágenes y el razonamiento icónico. Además el concepto causa-consecuencia, los niños lo adquieren con los cuentos narrados. Una de las ventajas que tiene esta estrategia, es que podemos interactuar con los niños mientras que contamos la historia. 
-Cuentacuentos, puede ser la estrategia más conocida en el mundo de la transmisión literaria. Al no mostrar ningún tipo de imágenes o ilustraciones, hacemos que el niño desarrolle su creatividad e imaginación a medida que vamos contando la historia. Esta estrategia consiste en (como bien dice su nombre), contar un cuento. Es por eso que la literatura folclórica es la que más acorde va con esta estrategia, ya que son para contar y hasta en muchos casos cantar. Será la propia maestra la que regule la historia, o bien porque los niños no presten atención o porque se les esté haciendo muy largo o simplemente porque usan un lenguaje de difícil compresión. Al igual que en la estrategia anterior, en esta también podemos interactuar con los niños a medida que contamos el cuento. 
-Lectura, favorece un modelo de lectura adulto, y este debe de ser lo más fiel al texto. No debemos ni interaccionar con los niños ni cambiar la voz en mitad de la lectura, a diferencia de las otras dos estrategias. Así pues, la interacción se debe dar al final del cuento por medio de preguntas y el diálogo. 
El cuentacuentos a día de hoy sigue siendo el medio más directo  para aproximar el niño a la lectura. Una de las muchas ventajas que encontramos a transmitirlo de forma oral, es que permitimos  a través de la narración libre que el niño desarrolle su originalidad y cree un mundo paralelos, inventándose a los personajes o el lugar donde se desarrolla toda la historia. 





El pasado Jueves 25 de Abril, en la clase de Literatura realizamos un taller de cuentacuentos. Este taller consistía en dividirnos en grupos de tres, a cada uno se nos ejercía un papel: lectura con libro, narración con cuento y cuentacuentos. Así posteriormente íbamos rotando de grupos con el fin de contar nuestro cuento a distintas personas. 

En mi caso, escogí la estrategia de narración con libro, ya que la veía la más complicada de realizar, al tener que recordar la historia y narrarla con mis propias palabras; por lo que yo escogí esta estrategia con el fin de poder practicarla.

El cuento que escogí para ese trabajo fue el de Mateo (mismo cuento que el del trabajo 1), ya que me parece un cuento distinto, desde la historia o la forma de narrar la autora los acontecimientos, hasta las ilustraciones que tiene. Lo considero un muy buen cuento con el que empezar a desenvolverme, y ya que tenía familiaridad con él por el trabajo anterior, me pareció una buena oportunidad. También considero como punto clave, que la importancia de la estrategia de narración con libro, es un buen libro con dibujos, y en mi caso el libro en general era muy visual y expresivo. 
He escogido este cuento para niños de 5 años ya que es la edad en la que los niños han podido experimentar el perderse en algún momento y han podido sentirse como Mateo en algún determinado momento; no hablo del hecho de estar tranquilos (como Mateo) en el momento de estar perdidos, sino el hecho de realizar muchas acciones como gritar o hacer llamar la atención de cualquier persona con el fin de buscar ayuda. También, aunque los niños de cinco años ya tienen menos apego a sus madres, siguen en un momento crítico de su desarrollo en la que la figura de mamá es esencial, por lo que gracias a la historia de Mateo los niños tendrán mucha facilidad de sentirse identificado con el protagonista por el apego que tiene con su mamá. 

La preparación del cuento consistió en su lectura (con una vez para refrescar la memoria bastó) y posteriormente fue la repetición de la historia en voz alta varias veces; al principió probé con contar la historia en primera persona (como si yo fuer Mateo), no obstante, me di cuenta de que no lo hacía con soltura y me costaba mucho arrancar por lo que opté a contarlo en tercera persona. Me dejaba llevar por las ilustraciones y contaba la historia con mayor fluidez. En los momentos de sonidos o cuando hablaban los personajes opté finalmente por cambiar la voz, ya que consideré que era una buena forma de contárselo a los niños. Finalmente se lo conté a mi hermana pequeña, que aunque tiene 12 años es lo más cercano que tengo de una persona de corta edad y me dio algunos consejos como: ‘En esta parte no des tantos detalles porque aburre un poco, cuéntalo más rápido’

A la hora de realizar la exposición la primera vez en clase, honestamente fue un poco caos, a diferencia de cuando lo realicé en casa, en el aula no estaba centrada y me costó mucho seguir el propio hilo de la historia al principio; sin embargo, finalmente logré relajarme más y contar la historia de forma más calmada y más parecido a cómo lo estaba haciendo el día anterior. Aunque (honestamente) no fue mi mejor vez, mis compañeros me dijeron que lo había realizado con mucha soltura y naturalidad, me comentaron que en momentos donde el personaje habla le dedicara un poco más de tiempo tanto a la narración como a la visualización de las ilustraciones. 
La segunda vez que lo conté ya fue diferente, más relajado y ya no se me olvidaban partes de la historia que la vez anterior si. A medida que lo iba contando me solté más y sorprendentemente no me dio vergüenza el hecho de contárselo a personas que no conocía, fui adquiriendo seguridad. Mis compañeros no me comentaron nada negativo a cerca de mi narración, simplemente comentaron que los dibujos no los veían muy acertados para niños de Infantil. 
La tercera y última vez, decidí contar la historia más calmada y personalmente creo que fue la mejor vez, ya que me di cuenta de que las veces anteriores parecía que ‘corría’ por acabar, a diferencia de esta vez que fue más tranquilo y hasta yo lo disfruté más.  En esta ronda mis compañeros no me dijeron nada negativo, recalcaron que les gustó mucho la forma tan calmada en que lo contaba y cómo al saberme la historia muchas veces me anticipaba a la imagen, eso les permitía poder escuchar bien la historia y a la vez poder centrarse en las imágenes ya que siempre dejaba unos segundos antes de seguir con la historia. 

Tuve la oportunidad, gracias a mis compañeros, de conocer cuentos tan bonitos como: ‘E punto’, ‘ La princesa y el guisante’, ‘El zar’, ‘Feliz cumpleaños Vivi’ o ‘Donde viven los monstruos’.

Como he mencionado al principio, esta actividad me parece esencial y muy importante para mi futuro como docente; ya que semanalmente tendré que dedicar un tiempo para la lectura en mi aula. Gracias a esta actividad no solo me han evaluado sino que me he autoevaluado como futura narradora, he descubierto los puntos a destacar a la hora de contar a alguien un cuento: la tonalidad, la intensidad que tengo que dar a ciertas frases o palabras, la duración de un cuento… También creo que ningún grupo de niños será igual que otro, por lo tanto tendré que ir adaptando mi forma de contar un cuento en función del grupo y los diferentes perfiles de niños. Aunque no haya tenido la oportunidad de trabajar a nivel personal las otras dos estrategias, las considero muy importantes también cuando se quiera leer o contar un cuento, ya que cada una exige un modelo distinto de contarlo. 
Considero este los temas tratados en este bloque como puntos clave en el mundo de la literatura, ya que he logrado definir y diferenciar las tres estrategias básicas de transmisión oral de la literatura. También me gustaría añadir que gracias a esta actividad ya soy capaz de escoger y seleccionar un cuento en función de si lo vamos a leer o a contar, por ejemplo: si el libro cuenta con ilustraciones muy grandes y llamativas, siempre usaremos la estrategia de la narración; mientras que si lo que queremos potenciar es su creatividad usaremos la técnica del cuentacuentos. Si encontramos un libro, donde la historia sea clara y el lenguaje comprensible en función de la edad que hayamos seleccionado, indudablemente usaremos la estrategia de la lectura. También a los niños de edades más pequeñas que estén en el primer ciclo de Infantil, es innegable que tendremos que usar con ellos las técnicas de cuentacuentos o la narración, ya que la lectura todavía tardarán un poco más en poder seguirla. 
Como ya he mencionado, creo que este taller ha sido esencial para poder ser capaz de dar un paso más a la hora de introducirme en el mundo literario, ya no solo a la hora de seleccionar un cuento o tipo de estrategia, sino a la hora de saber expresarme, gesticular, y perder la vergüenza. Mis compañeros me han aportado cosas y creo firmemente que yo a ellos también, es por eso que considero que los talleres son la mejor forma de trabajar estos temas porque realmente a la hora de ponerlo en práctica, comprendes y entiendes el tema. 

Y no debemos de olvidar, los adultos somos los que tenemos que iniciar a la lectura a los más pequeños, del mismo modo que también fomentarles día a día el gusto por la lectura y la escucha activa en de cuentos e historias. Debemos ayudar también a los niños a descubrir el placer de escuchar cuentos. 

Bibliografía: 

  • https://es.wikipedia.org/wiki/Narración
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Cuentacuentos
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Lectura

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ARTÍCULO FINAL

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